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Esta tercera entrega del Eslabón Sólido de Metal cuenta cómo Jefe Grande hereda dicho título, además de plantear pseudo-rayadas sobre si es mejor un tanque propulsado por cohetes que otro con patas, si la relación mujer hombre sólo puede ser de amor o de odio; y de mostrar actuaciones de espías a tres o cuatro bandas. Todo ello utilizado por Konami en el contexto de la Guerra Fría, claro está, para hacer publicidad de fideos japoneses.
El juego consta de tres misiones:
En plena Guerra Fría pero con los misiles de Cuba todavía calientes, un ingeniero armamentístico está cautivo en Rusia, debiendo ser rescatado por el Grupo de Operaciones Especiales Zorro de Estados Unidos. El líder de este grupo, el Mayor Cero, cuenta con la ayuda de Voyevoda, también conocida como La Jefa o La Alegría, tratándose de una veterana de Normadía.
La única forma de repatriar al cautivo es por medio de la infiltración de un agente lanzado a territorio hostil mediante la técnica HALO, pero Zorro cuenta tan sólo con su hombre más incompetente, quien por palabras de La Jefa se trata de El niño que disparó una pistola: Jack. Ante estas palabras de La Jefa, el Mayor Cero no tiene más remedio que comunicar al Gobierno la renuncia a la misión, respondiéndole el Ministro que si tales eran las circustancias, un B-47 barrería el perímetro con varias bombas químicas para infectar huertas, pozos y pantanos con el virus del Síndrome del soldado de asalto, de manera que para que un Jack sea detectado, tuviese que estar en las narices de los centinelas.
Adecuado el ambiente por la bomba química, se procede con el lanzamiento HALO, y ya al aterrizar Jack pierde la mochila en un árbol. El Mayor Cero quiere abortar la misión pero La Jefa le convence de que no lo haga, y de que para aumentar el rendimineto de Jack basta con jugar a los motes. Entonces apoda Serpiente Desnuda a Jack y él se apoda Tom, con lo que Serpiente consigue rescatar al ingeniero cautivo, llamado Sokolov y forzado a diseñar armas de destrucción masiva. Durante la misión, Serpiente conoce a Ocelot, un pistolero obsesionado con los revólveres y con las películas de vaqueros. Este Ocelot es, también por palabras de La Jefa, el bebé a quien SE le disparó el revólver, en alusión a que disfruta con lo que hace, sea moral o no, pero que siempre se le va la situación de las manos.
La Jefa deserta a Rusia, llevándose consigo a Sokolov y entregando a un coronel ruso llamado Volgin un par de misiles nucleares estadounidenses, que éste utiliza para volar una base compatriota y culpar a Estados Unidos.
Al ser La Jefa una especie de madre adoptiva para Jack, al verla desertar éste desbloquea automáticamente el traje de camuflaje "a cuadros".
Se descubre que el arma en la que estaba trabajando Sokolov está terminada, aunque es sólo un prototipo que el Coronel Volgin pretende construir en masa utilizando el Legado de los Filósofos (algo así como una lotería heredada y sin blanquear). Se trata de un tanque llamado Sagahold con capacidad para lanzar misiles nucleares gracias a la velocidad que adquiere por medio de unas turbomáquinas; y se deduce que para que Estados Unidos demuestre su inocencia respecto el incidente nuclear, La Alegría debe morir. Encomiendan a Serpiente Desnuda las misiones de destruir dicha arma y la de matar a La Alegría, pero para matar a ésta última, Jack debe matar primero a la Unidad Cobra, motivo del nombre de la misión.
La Unidad Cobra está compuesta por los hombres de confianza de La Alegría, y a medida que Serpiente Desnuda va derrotándolos, el Coronel Volgin se va encabronando más y más hasta tener que disipar su energía electrostática matando a los ingenieros y torturando a Jack, hasta el punto en que éste pierde su ojo derecho.
Con ayuda de una espía llamada Tatiana, EVA o Tania (un nombre por cada país por el que o que espía), Serpiente Desnuda consigue volar el almacén del Sagahold después de derrotar a Volgin, pero éste se encabrona más y se sube al tanque para matar a Serpiente y a Tanya, arrebatando de esta manera el título a La Furia, dado que si se hubiese controlado, habría dejado creer a sus enemigos que el tanque fue en efecto destruido, pudiendo llevarlo a un sitio seguro y comenzar la producción en serie.
Volgin es derrotado y muere encima del Sagahold al caerle un rayo, haciendo que vaya explotando una a una las balas de sus cinturones de munición. Tras una persecución en moto en la que conductora y acompañante van sin casco, Serpiente y Tania sufren un accidente por distraerse y la segunda es atravesada por una rama, convirtiéndose en una carga para el primero que tiene que soportar hasta llegar al avión del lago.
La Jefa intenta matar a Jack utilizando el segundo de los misiles nucleares que había robado, pero justo antes de dispararlo, un pétalo blanco la hace estornudar, errando el tiro y rematando al pobre Volgin que andaba descojonándose chamuscado sobre el Sagahold. Intenta disimular su error dando un discurso a Serpiente Desnuda, dejándose matar finalmente por éste para que Estados Unidos demuestre su inocencia en el incidente nuclear.
La Serpiente ya se ha mudado la piel: Jack se convierte en el Jefe Grande que para bien o para mal tocará la moral en las siguientes y anteriores entregas del Eslabón Sólido de Metal.
Se termina el juego y Tania se sorpende al ver que no le dan el traje de camuflaje de espía, dado que si ella estaba a seis bandas, Ocelot estaba a treinta.
Goplista que acumula carga electrostática a base de frotar globos y peines con su uniforme, aunque las malas lenguas relacionan este poder sobrenatural con Iván. Muere al final del juego, cuando La Jefa erra el lanzamiento nuclear para intentar vaporizar a Serpiente Desnuda.
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